martes, 15 de mayo de 2007

ENSAYO

EL TABACO: UN ASESINO MUY LUCRATIVO

Después de investigar acerca del cigarrillo, aprendí mucho acerca de este desagradable vicio, el cual es política y socialmente aceptado en nuestro país.

Siempre supe que el cigarrillo genera efectos nocivos en mi organismo y mente, pero nunca pensé que fueran tan graves, graves hasta el punto de acabar completamente con la vida de una persona, algo que veo reflejado incluso, en algunas de las personas que me rodean.

El fumar no es ajeno para mí ya que soy fumador habitual y disfruto mucho de serlo porque lastimosamente ya dependo de él, no de una manera tan “grave” es decir, la abstinencia que siento no es tan fuerte como lo es en una persona que lleva mas tiempo fumando. Suelo hacer uso del tabaco cuando siento ansiedad, tristeza o simplemente cuando apetezco de un cigarrillo.

Muchos factores influyeron en mi para tomar la sana decisión de dejar el cigarrillo, aunque sea algo muy difícil, casi siempre, cuando siento que estoy cayendo otra vez en la ansiedad, encuentro un motivo para no prender ese cigarrillo que tengo en la mano. Quisiera que todo el mundo fuera conciente del daño que este vicio genera, tanto física como emocionalmente.

En estos tiempos es difícil no tener contacto con el cigarrillo, por que lo podemos encontrar básicamente en cualquier lugar. Hace parte de nuestras vidas así no hagamos uso de el. Está en todos lados, desde la publicidad en la televisión, hasta en la mano de nuestro compañero de estudio o trabajo. Una persona promedio debe conocer como mínimo dos o tres personas que fumen, y estoy seguro de que muchos conocen el peligro de fumar, al menos parcialmente.

Mucha gente conoce algunos de los riesgos de fumar pero ignoran los verdaderos y grandes problemas de salud a los que este vicio conlleva como lo complicado que puede ser dejar de fumar, y sus repercusiones emocionales.

Si el cigarrillo causa tantos problemas, y además eres consiente de estos, entonces ¿Por qué no dejas de fumar? ¿Por qué nunca empezar a fumar?

El compuesto activo del cigarrillo es la nicotina que ataca directamente nuestro sistema nervioso generándonos placer, al cual, con el tiempo empezamos a acostumbrarnos haciéndolo difícil de no satisfacer. Este efecto de dependencia se genera después de muchos cigarrillos, ya que el efecto no es tan fuerte como el de otras drogas, pero si es abusado el cerebro genera algo de inmunidad a su estimulo nervioso, llevando a la persona a necesitar cantidades mas grandes para sentir el mismo efecto.

El cigarrillo genera relajación mental, un estado parecido al de llegar a la cama después de un largo día de trabajo.

Después de un cigarrillo te sientes más tranquilo, calmado, despejado, y te da una felicidad virtual y pasajera.

Esta felicidad virtual que solo dura unos minutos mientras el efecto de la nicotina pasa, no compensa los terribles daños que estas generándole al cuerpo por su consumo.

No es muy conocido el hecho de que los efectos nocivos del cigarrillo se presentan inmediatamente desde el primer cigarrillo, y la recuperación del estado normal del cuerpo tarda aproximadamente diez años. El cigarrillo en pequeñas cantidades (un o dos cigarrillos diarios) genera un daño significativo en el cuerpo pero el riesgo de cáncer empieza cuando ya la dosis es de dos o mas cajetillas diarias, esto lleva a las personas a despreocuparse hasta que ya es demasiado tarde y han llegado al punto donde es necesario el cigarrillo para poder continuar el día.

El cigarrillo siempre se ha asociado con el cáncer, esto no esta para nada fuera de la realidad. El humo del tabaco contiene más de mil agentes cancerígenos justificando el gran porcentaje que tiene de generar cáncer, entre otras afecciones, no se conoce ningún beneficio de este a la salud.

Existen muchas enfermedades como enfisemas, cáncer pulmonar, hipertensión entre otras, que están estrechamente relacionadas con el abuso del cigarrillo, es decir que científicamente se ha comprobado la relación que hay entre estas enfermedades y el inhalar el humo del tabaco.

Estas enfermedades pueden llevar a una persona fumadora a un punto crítico de deplorable estado, en el cual la vida se convierte en un viaje lento y doloroso, carente de sentido y sueños, destruida totalmente, simplemente por usar ese pequeño pedazo de papel que envuelve aquella planta procesada llamada tabaco.

Muchas de estas personas luchan por que su historia no se vuelva a repetir, dando consejos, contándonos sus historias que muy atentamente debemos escuchar.

Como es el caso de Claudio Daniel el cual no puede vivir mucho tiempo sin un tanque de oxigeno a su lado necesario ya para el buen funcionamiento de su cuerpo, ya que sus pulmones destruidos debido a un enfisema, ya no pueden suplir el oxigeno que su organismo demanda. Aunque parezca increíble, Claudio aun en ese estado, sigue fumando, pero no debemos culparlo ya que no es su culpa, sino de la nicotina que tiene un efecto adictivo dos veces más fuerte que el de la heroína y hasta cuatro veces el de la cocaína.

Estos ejemplos de enfermedades y la lucha de estas personas contra estas, me lleva a reflexionar y me empujan a dejar el cigarrillo. Suelo transportarme mentalmente a ese estado, intento imaginarme a mi mismo luchando contra una enfermedad producida por el cigarrillo. Esto me da fuerzas para evitar fumar, para sobreponerme a la ansiedad producida por la abstinencia.

Este sentimiento de abstinencia es muy nuevo para mí, por que fue hace muy poco que decidí dejar de fumar. E intentado suplir mi necesidad de nicotina con alimentos y golosinas pero esto parece no funcionar.

Cuando sentí la abstinencia por primera vez la trate como un antojo ya que no sabia exactamente lo que quería, por ello buscaba apaciguarlo con alimentos, golosinas e incluso actividades como tocar guitarra, o ping pong, todo esto sin éxito alguno. Después descubrí que ese “antojo” no era mas que el efecto de la nicotina cuando, después de varios días sin fumar, decidí comprar un cigarrillo, cuando lo fume sentí con mucha alegría como desaparecía esa ansiedad. Gracias a esto me doy cuenta que necesito del cigarrillo y que ya estoy llegando a un punto en donde me es difícil dejar de fumar.

La adicción es mucho más fuerte en personas que han empezado a fumar desde muy temprana edad, y es un hecho que un gran porcentaje de fumadores fuman desde edades entre los 11-18 años. El factor principal que lleva a este comportamiento social es la publicidad de las tabacaleras la cual esta dirigida directamente a los jóvenes.

El fumar desde muy temprana edad aumenta exponencialmente los riesgos a la salud a largo plazo, además el organismo de un joven o infante sufre mucho más los efectos nocivos del tabaco.

Una estrategia muy efectiva usada por tabacaleras en su publicidad es “la publicidad de los espejos” que consiste principalmente en mostrar un personaje fumador que disfruta de esto, y hacer que la persona que recibe el mensaje se sienta identificada con este.

Atacan principalmente al tipo de personalidad líder, la persona que siempre esta a la cabeza de los grupos, haciendo que este por motivos psicológicos como el pensar que el fumar lo va a hacer ver como una persona adulta empiece a fumar, dando este ejemplo al resto del grupo.

Muchas veces este líder puede ser un familiar mayor, tal como el padre, un primo o un tío, que se convierte en un modelo a seguir.

En mi caso particular fue un primo, Cristian, quien me llevo a probar mi primer cigarrillo. Conocía algunos de los problemas a los que el fumar lleva, pero simplemente los obvie ya que los veía muy lejanos a mí. El fumar me era indiferente y simplemente lo hacia por acompañar a mi primo. Por lo general siempre fumaba cuando acompañaba a Cristian, o cuando estaba en una rumba.

Por lo general la tendencia del adolescente es querer parecer un adulto, ser superior a sus contemporáneos, las tabacaleras prometen que con su producto se puede lograr, además de que, tener acceso a este no es difícil. Un cigarrillo podemos encontrarlo básicamente en cualquier tienda o supermercado y muy pocas nos dificultara el comprarlo. Esto hace que podamos encontrarnos con la nicotina en prácticamente en todo lugar.

El encontrarlo en cualquier lugar hace que sea muy difícil huir de el. Esto es uno de los factores que ayuda para que el dejar de fumar sea un proceso tan largo y complicado.

Llego a la universidad en la mañana después de salir de mi hogar en donde no me es permitido fumar por obvias razones y al primer compañero que me encuentro le veo un cigarrillo en la mano. El humo llega a mi nariz recordándole a mi cerebro muertos cigarrillos del pasado, haciendo que mis deseos de fumar se incrementen y que de mi cabeza ya no pueda sacar la idea de uno de ellos consumiéndose entre mis labios. Y aunque sea capaz de soportar esta sensación cuando logro llegar a la cafetería buscando un café para iniciar la rutina del día, mi cuerpo me exige que acompañe ese café con un cigarrillo por que no hay nada más placentero que iniciar la mañana con el efecto reactivador de la cafeína, mas el relajante del café.

Todos estos pensamientos hacen que uno se olvide del efecto nocivo que viene tras un cigarrillo consumido. Pero esos sentimientos de necesidad suelen ser poco influyentes cuando se conocen todos los problemas que acarrea el tabaquismo. El conocimiento a profundidad sobre este tema ha hecho que tome conciencia y decida el dejar de fumar.

Mi principal motivación es el miedo, el miedo a padecer aquellas enfermedades que han terminado con la vida de personas cercanas. Personas que sufrieron mucho a causa de este vicio, y que siempre mostraron arrepentimiento por haber decidido empezar a fumar.

El cigarrillo es tan nocivo que dejarlo tiene incluso beneficios a muy corto plazo. Es decir, después de 20 minutos sin fumar la presión arterial y la frecuencia cardiaca regresa a su estado normal. Tan solo 72 horas después la función respiratoria se normaliza. Y el haber dejado de fumar en 5 años reduce el riesgo de obtener cáncer de pulmón a la mitad.

He notado incluso que si dejo de fumar por más de dos días, mi desempeño deportivo aumenta considerablemente es decir, puedo correr más tiempo antes de sentirme agitado. Después de un cigarrillo, con tan solo subir unas escaleras puedo sentir como le falta aire a mi organismo.

Está comprobado científicamente que el cigarrillo también acarrea consecuencias nocivas a las personas que no aspiran el humo directamente de este, sino que lo toman de segunda mano, es decir el humo que proviene del fumador.

En un principio no podía creer esto pero como pude ver en el documental “Adictos al cigarrillo” el cual discute el por que el cigarrillo sigue siendo legal cuando es tan nocivo, nos expone el caso de Goga Bertagnelli quien murió debido a un cáncer de pulmón generado por prolongada exposición a humo de segunda mano entre muchos otros casos.

Entonces debes pensar que el fumar no solo te perjudica a ti, sino a todas las personas que te rodean. Si sigues fumando puedes acabar tu vida hiriendo así a las personas que te quieren, además el humo que generas por fumar directamente perjudica a las personas que te rodean.

Por estas razones tome la decisión de dejar de fumar, aunque ha sido un proceso tedioso y difícil, más aun cuando en nuestro contexto social es tan aceptado y a veces necesario. Dejando de fumar siento que estoy haciendo lo mejor para mi y para la gente que me rodea.